domingo, 13 de marzo de 2016

2.- UNA REFLEXIÓN MÁS DOCUMENTADA SOBRE LA INTELIGENCIA:



El concepto de inteligencia es un termino muy difícil de definir y los especialistas han dedicado años a ello.
En esta entrada me gustaría hablar de que la inteligencia no es exclusivamente humana.


Debido a una serie de pruebas se sabe que los primates son, sin lugar a dudas, las criaturas que más se asemejan a los seres humanos. Tienen conciencia de sí mismos, capacidad simbólica y cultura que transmiten de generación en generación; pueden aprender el lenguaje de los signos con un vocabulario de unas 300 palabras, y pueden llegar a ser   incluso superiores a nosotros en algunas habilidades de memoria matemática. Cooperan con sus congéneres, pero también pueden ser manipuladores y mentirosos, una astucia muy humana para la que hace falta un desarrollo cognitivo complejo. Solo ellos y nosotros sabemos elaborar una mentira.
 Algunos aseguran que no hay apenas diferencias, mientras que otros consideran que detrás de una postura semejante no hay más que el deseo sentimental de humanizar a los animales. Lo cierto es que compartimos con ellos alrededor del 98 % de los genes. Los Chimpancés y seres humanos tienen un antecesor común que no compartimos con ningún otro primate. Las dos especies se separaron hace unos seis millones de años ,  Pero los homínidos dejaron los bosques para adentrarse en el ambiente abierto de la sabana, algo muy extraño en un primate, y se pusieron de pie, mientras que los chimpancés siguieron siendo «cuadrípedos y arborícolas». Para el paleontólogo, ahí está la clave de las diferencias. Cada uno por su lado perfeccionó un tipo diferente de locomoción muy específica y original, y posteriormente se produjo «un desarrollo cerebral distinto».

 Hoy día la inteligencia de los chimpancés es bien reconocida, y los primatólogos la comparan con la de un niño humano de 2, 3 ó 4 añosInformándome he encontrado un experimento muy interersante que realizó el científico Max Plank de Alemania, llamado el «cacahuete flotante»,que consistía en  entregar a un grupo de niños de esa edad y a unos chimpancés una probeta con una nuez dentro y un vaso de agua. Es fácil imaginar lo que había que hacer para obtener el premio. A iguales condiciones, animales y niños alcanzaron aciertos similares. Pero se demostró que no aprenden igual. Los niños son capaces de imitar a los que saben, el mono improvisa con creatividad.


En el documental se ve claramente que  son seres sensibles y con personalidades distintas.Son muy sociales, establecen vínculos emocionales muy fuertes, especialmente con las crías, y si están solos o aislados, enferman,Los    expertos creen que se puede hablar de «amistad» entre chimpancés y de un «proceso de duelo» ante la muerte de un miembro del grupo . También se reconcilian tras un altercado, comparten alimentos con los más débiles y ayudan a los heridos




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